martes, 18 de septiembre de 2012

Ejercicios para mejorar la visión
DR. MIQUEL MASGRAU BARTIS

La gimnasia ocular fortalece los músculos y mantiene ágiles los ojos, su realización metódica es una práctica de reeducación visual que permite mejorar la funcionalidad de los ojos y mantiene la capacidad visual en buen estado. Son también pues, beneficiosos para aquellos que, a pesar de tener buena visión, quieran tonificar este órgano tan castigado en la vida moderna. Si bien son unos ejercicios que requieren tie...
mpo y paciencia, pueden conseguir prescindir de esas incómodas prótesis que son las gafas. Es también un ejercicio de voluntad que puede aportar grandes beneficios; deben ir incorporándose a la vida diaria hasta que no comporten ningún esfuerzo, es decir, hasta que la reeducación visual haya conseguido su objetivo: recuperar la forma natural de mirar. A menudo el problema que se plantea es de pereza disfrazada en forma de falta de tiempo: siempre hay algo más urgente que hacer. Pero la simplicidad de la mayor parte de estos ejercicios permite que sean realizados en poco tiempo y en cualquier lugar y momento

La relajación es el componente indispensable que persiguen muchos de los ejercicios destinados a mejorar la vista. Muchos de sus trastornos se deben a la tensión y la fijación de la mirada, por lo que la relajación constituye un paso imprescindible para la curación. Los ojos, para su buen funcionamiento, deberían estar siempre en un estado de relajación dinámica, pero muchas veces eso resulta imposible ya que el cuerpo no se encuentra relajado. Es por eso que debe atenderse no sólo a la relajación de los ojos sino al estado general del cuerpo. Si es posible, se recomienda hacer ejercicios de relajación o meditación antes de los ejercicios visuales para que el cuerpo esté y siga relajado.

Al ser éste un punto tan importante para el buen funcionamiento de la vista, en los momentos en que los ojos no son necesarios en la actividad que se esta efectuando, tenerlos cerrados o simplemente en un estado de pasividad que permita que estén distendidos.

Rotación del cuello. Los movimientos rotativos del cuello constituyen una buena relajación, ya que a menudo ése es un punto en el que se acumula tensión y queda agarrotado. También un breve masaje en la nuca hace un efecto similar. Es una buena manera de empezar los ejercicios, o también durante un descanso en el trabajo o durante la lectura. También pueden masajearse los puntos de acupresura de la nuca relacionados con la visión. Éstos se encuentran las protuberancias al final del cuello, donde empieza la cabeza; presionando estas zonas se estimula la circulación de la energía de los ojos.

Palmeado. Este es un ejercicio básico destinado al descanso de los ojos. Consiste en poner las palmas de las manos sobre los ojos cerrados, con los codos encima de la mesa. Las manos no deben efectuar ninguna presión, se trata e relajar, pero como más oscuridad se consiga mejor. De esta manera durante unos diez minutos se relajarán los ojos. En el caso de que la visión sea normal o casi normal se verá el campo visual totalmente negro, si no es así es probable que aparezcan manchas grises o de color, franjas luminosas… pero a medida que mejora la vista, estas franjas van desapareciendo. Sea como sea, no debe atenderse a las manchas, ya que en ese caso los ojos no se relajarían.

Parpadeo. Es un ejercicio que consiste en abrir y cerrar los ojos, tal y como se parpadea normalmente pero a más velocidad. Los párpados tienen un papel primordial en la protección de los ojos, del buen funcionamiento de éstos depende en gran parte de que la vista sea buena o mala. Parpadear tiene dos funciones: conceder cierto descanso a los ojos, aunque sea de forma instantánea, aislándolos de la luz, y humedecer los ojos. Cuando la visión es normal, el parpadeo es constante, aproximadamente cada cinco segundos, pero cuando se fuerzan los ojos y se fija la mirada, la tendencia es a disminuir la frecuencia del parpadeo. La práctica repetida estimulará su asimilación insconciente. Este ejercicio, al ser tan sencillo puede practicarse tan a menudo como uno quiera.

Acupresura. Para mejorar la circulación y en contra de las tendencias del endurecimiento del tejido muscular se ha demostrado la eficacia de la acupresura diaria; estimula los nervios y los puntos de energía relacionados con los ojos. Consiste en realizar un masaje, apretando ligeramente con los dedos o los nudillos en movimiento circular a los laterales del nacimiento de la nariz; encima de la ceja, en la parte central; por debajo de los extremos exteriores de las cejas, las sienes y la parte superior de los pómulos. Hay otro punto situado en la mano, en el pliegue entre los dedos pulgar e índice, allá donde con la mano cerrada, acaba la arruga. Cuando hay tensión acumulada, se nota una pequeña bola. La acupresura afloja la tensión de la musculatura, y es una buena práctica para relajar los ojos durante largos períodos de lectura o esfuerzo ocular.

No es necesario hacer todos los ejercicios que se han descrito. Cada persona debe elegir aquéllos que le parezcan más adecuados a sus circunstancias y que pueda practicar con más facilidad. Es conveniente realizar cada día dos de los ejercicios como mínimo, dependiendo de la disponibilidad de tiempo. Cuando se domina perfectamente un ejercicio, es oportuno pasar a otro o alternándolos de manera adecuada. Muchos de ellos pueden asimilarse en la vida cotidiana y llevarlos a término a ratos perdidos o mientras se lleva a cabo otra actividad.

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